El astrónomo observó el objetivo.
Desde que comenzó con la investigación nunca creyó que ésta tendría un final y había convertido su vida en un proyecto constante en el que la búsqueda sería su único trabajo.
Aquel día, para su sorpresa, tenía delante aquello que nunca pensó haber encontrado.
Incrementó el zoom y se aproximó aún más a ese conjunto azul que, sobre fondo rojo, le revelaba el motivo de infinitas disputas entre los hombres.
Cerró los ojos para abrirlos después todo que le permitían sus párpados y pulsó de nuevo el botón de aumento. Descubrió una textura increíble que reposaba, en estado casi líquido, sobre una peculiar superficie rugosa.
Se dejó caer sobre la silla siendo incapaz de asimilar la información que aquella increíble visión aportaba.
Entonces, envuelto en pensamientos fascinantes sobre el origen real de la vida, recibió un tremendo golpe en la nuca.
- ¡Que sea la última vez que coges mi sujetador para jugar con tu microscopio! – le gritó su mujer.
El astrónomo, aturdido, perdió por un instante la memoria.
Aquella amnesia le devolvió la sonrisa.
Observó el objetivo vacío y concluyó que la búsqueda ni tan siquiera había empezado.
Este relato participó en el concurso de julio de "Minificciones"
7 Respuestas:
Al margen de que más de un sujetador femenino ha sido motivo de infinitas disputas entre los hombres.., tu posteo es BRILLANTE.
Te felicito.
Adoro pasar por aquí.
Un beso.
Hasta en lo más insólito alimentamos la busqueda para saciar la sed a tantas respuestas. Un increible relato con un final de oro.
Un abrazo desde Venezuela
María Elena Ponce
jejejej, gracias por tu imaginación.Saludos.
Pues mira, pasaría el día de la marmota descubriendo todo una y otra vez :)
Besicos
Te he dejado en mi blogger un premio muy merecido a la calidad y profundidad de tus palabras
En palabras al viento
http://mariaelenaponce.blogspot.com/
Saludos
Bonito relato con un buen final. Saludos.
Un buen relato, ocurrente y con inesperado final, me ha gustado pasar por aquí, gracias por tus palabras en mi blog, un abrazo!
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