miércoles, febrero 29, 2012

Plantar un relato (micro o macro)

Paseando por la calle con dos de mis personajes, el "niño fantasma" y el "viejo boina verde", mantenía yo una conversación de los más interesante. Discutíamos, sin llegar a los párrafos, sobre la necesidad de una frase, un origen, para plantar un relato (micro o macro) sobre la pantalla del ordenador. Los dos me daban consuelo como padre de un vicio insano. El niño, siempre ondulante, me comentó entre susurros que lo de buscar no están fácil cuando lo haces como yo, al tún-tún, a ver si la flauta suena. Él, habituado a los escritores fantasma, tiene claro que a veces nos quedamos sin música. El viejo, más hábil, más repensado, recalcó que encontrar es darte cuenta de algo que no ha pasado. Escribir es adivinar el futuro que no están buscando. En esas estábamos, discusión de alto nivel, cuando me dejaron solo. Bastó que me cruzará con el primer obstáculo de carne y hueso que me dijera algo. Abandoné la charla mental como el que despierta con una hostia. El hombre hacia ondular un pañuelo blanco a unos metros. Delgado, pantalón pitillo, marca paquete. La espalda como una ese itálica, afrontando la acera de costado, haciendo un eje con la boca para citar al morlaco. Sonido de timbales y paseillo hasta quedar tan cerca como para ducharme a base de lardos. Me prometía las dos orejas a cambio de su historia. Un viejo torero, ya pobre, cliente de ricas muy putas como las hay en todos lados. En cuanto saqué la libreta el viejo y el niño, los muy cabrones, se descojonaron.

domingo, febrero 26, 2012

Trabajo

- No creo en fantasmas, pero me dan miedo.
- Eso está bien. Sin duda usted sabrá entender todo lo que nunca pasa en este cementerio.

jueves, febrero 23, 2012

Bajo la puerta cerrada

- No creo en fantasmas, pero me dan miedo.
Cuatro pies se quedan quietos, la pareja se exprime en el pasillo.
- No creo en fantasmas.
Bajo la puerta cerrada parpadea un rectángulo blanquecino.
- Pero me dan miedo.
El pomo gira y la puerta se abre haciendo chillar las bisagras. Ella golpea el interruptor después de explorar la pared con su mano haciendo de araña.
- Ves – suelta él -. Aquí no hay nadie.
La pareja apaga la luz y deja la habitación cerrada. Sortean las cajas hasta la cama desecha y allí se quitan la ropa por turnos. Se les escucha gemir en el pasillo, nadie percibe los susurros que surgen al otro lado de la casa. El niño mira a través de la cerradura y abre la puerta sin hacer ruido. Avanza a oscuras hasta sus pies convulsos, les observa. Permanece ahí hasta que caen dormidos. Acaricia sus rostros, un hormigueo, y antes de desaparecer cambia las zapatillas de sitio.

lunes, febrero 20, 2012

Común divisor

Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel. Por encima tiene una suma y a los lados un par de multiplicaciones. En el pecho se ha entretenido con una matriz enorme, de diez columnas, que le tatúa de un lado a otro. Espero que los sedantes hicieran efecto antes de terminar. Tiene raíces cuadradas hasta en la punta del común divisor. Lo mejor es la cara del otro. Mi hijo no para de dar saltos, está como loco.
- La letra con sangre entra. ¿Verdad papá?
Acaba de afilar el cuchillo, ahora nos toca repasar el abecedario.

viernes, febrero 17, 2012

Sombras con un blanco imperceptible

Las uñas blancas en la punta, con toque gris en la raíz. La piel también gris, con los nudillos en negro y cada uno de los pliegues haciendo sombras con un blanco imperceptible. La ropa roja pero negra al tocar su piel, la camisa azul celeste pero gris y la corbata blanca, muy blanca, bajo su nuez. En la tienda de electrónica es un borrón entre pantallas planas, una interferencia en esa tercera dimensión que surge de los píxeles. Rodeado por un sonido envolvente, desde todas partes para dos orejas, dos conductos auditivos que llegan a un tímpano negro apenas envuelto por cera gris. La gente alrededor, sudadera roja, jersey marrón y zapatos azules con calcetines verdes. Sus pupilas grises vibran entre paréntesis negros. El cartel en la mano, arrancado de una farola con luz led que se apagó al sentirle cerca. Habla con subtítulos para un lugar en estéreo, cuesta entenderle cuando da los buenos días. Muestra el papel, allí convierten de analógico a digital por poco dinero. El dependiente se asusta al ver su escala cromática. El hombre sonríe, seguro que lo suyo no les costará ningún esfuerzo.

martes, febrero 14, 2012

El Bolígrafo, el Plumín y el Rotulador

El Bolígrafo, el Plumín y el Rotulador eran unos fiesteros. Quemaban las hojas en blanco a base de letras que empezaban rectas y terminaban cursivas sobre una coma. Entre paréntesis e interrogaciones, cortaban la pana sin necesidad de renglones. Los tres fueron reyes del vocabulario hasta que se cruzaron con el Lápiz en un club de asteriscos. Ahí descubrieron que si bien ellos tenían la mejor tinta sólo él resultaba capaz de aguantar hasta el final sin correrse.

sábado, febrero 11, 2012

Conmigo

Al salir el sol, de noche, mi madre dice que puede ver un fantasma. Y mi madre es muy lista, aunque mi padre y mi hermano no le dejen salir de casa. Ella hace el hogar y a veces llora mientras prepara la sopa una pizca más salada. Si me quiere decir algo yo me pongo frente a la ventana, como antes, para que le salgan las palabras al campo y den un paseo hasta esos árboles desnudos que no sirven para nada. Sabe que hablar de esas cosas con ellos es motivo de pastilla. Y no quiere tragar si no hay ganas.
Cuando mi hermano le grita o mi padre le pega yo me pongo a su lado y le consuelo al oído. Hoy me ha dicho que no puede más, que se marcha, que su vida es la muerte en otro sitio. Después de mucho susurro hemos llegado a un acuerdo.
No es justo que esa sea la única forma de cruzar la puerta y salir de casa. No merece un punto y final si no ha tenido un punto y seguido. Esta noche, cuando salga el sol, les dejará terminar la sopa, tranquilos. Abrirá la ventana y les mostrará su fantasma. Me los llevaré al otro lado, para que se queden conmigo.



miércoles, febrero 08, 2012

Sandra

- ¿Hola?
- ¿Sí?
- ¿Hablo con Sandra?
- ¿Cómo?
- ¿Cuanto por una mamada?
- ¿Perdona?
- Que cuanto cobra por una mamada...
- ¿Quién llama?
- Un cliente.
- ¿Qué?
- ¿Un cliente de qué?
- Pues de que va a ser, un cliente.
- Creo que se ha equivocado.
- ¿Usted no es Sandra?
- No.
- ¿Y quién es entonces?
- A usted qué le importa.
- ¿Es un hombre?
- Sí.
- Vaya, nunca lo he hecho con un hombre.
- ¿Cómo?
- ¿Es más caro?
- Creo que se está pasando. ¿Cómo ha conseguido mi teléfono?
- Pues mirando en los anuncios del periódico.
- ¿Me está vacilando?
- No, de hecho lo tengo aquí delante. No se crea que me he aprendido su número de memoria.
- Joder.
- ¿Te leo el anuncio?
- Sí.
- Escucha: "Me llamo sandra. Soy cariñosa, fuerte y caliente como el fuego. Sonrío en tu boca mientras busco entre mis dedos el premio de tus gemidos. Llámame, si te atreves". Después viene tu número.
- Ya.
- ¿Entonces no me dices cuanto cobras?
- Le repito que yo no soy Sandra. Soy padre de familia. Si no cuelga le denunciaré a la policía.
- Pero le pagaría bien, soy millonario.
- Claro.
- Que si joder, yo esto lo hago por vicio. Me cansé de mi mujer y en gente como tú encuentro el morbo.
- Ya.
- Te daré lo que me pidas. Seré discreto.
- ¿Cuanto?
- Lo suficiente como para que te vayas de vacaciones con la familia.
- Somos muchos.
- Da igual Sandra, seguro que tienes de sobra.
- No me llame Sandra.
- Lo siento. ¿Cómo le llamo entonces?
- Por ahora de ninguna manera.
- Bueno. Entonces ¿cuanto quiere cobrar?
- Espere un momento, tendré que pensarlo.

domingo, febrero 05, 2012

Un cuento

Y castiga sin postre al gigante después de hablar seriamente con el lobo, que no deja en paz a Blancanieves. La pobre está desbordada porque los enanitos no le protegen. De hecho charla con ellos para animarles a salir de la cueva. Se les ha pegado el miedo de Juan y a punto han estado de pedir ayuda a la bruja. El emperador, por fortuna, está como siempre, desnudo y regocijado tras un Simbad que no sabe donde meterse. Cuando llegue a casa les contará el día a sus hijos. Que para ellos sea un cuento le permite al psiquiatra no enloquecerse.

jueves, febrero 02, 2012

Condena

- Lo dejo - suspiró el escritor antes de volver empezar.


ATRAPAPALABRAS
"Un blog de microrelatos y poesía. Alberto García Salido es su autor. Especialista en relatos de cien caracteres, sólo cien. Y las fotos son muy buenas..."

DIARIO DE DÍAS RAROS
"Gracias a Alberto García Salido, "No pasa nada de nuevo...", Por mostrarme su magnífica obra..."

ASAMBLEA DE PALABRAS
"... es el blog que edita, desde algún lugar de España, Alberto García Salido. Sus textos tienden a la brevedad, ya sean poéticos o narrativos..."

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