Despertó con la sacudida, intentó huir, se pegó al techo y lanzó sus tentáculos.
Después se dejó caer haciéndose el muerto.
No paso nada hasta que descubrió un par de cajas con alimento . Se movió despacio y comió el contenido de una.
El pulpo, muy hábil, se acostumbró al juego.
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