No pasa nada.
En el segundo tiempo tienes que ser el mejor de la cancha, de esa manera solucionarás todos los problemas que desde hace tiempo nos has estado creando.
Ya sé que no es tan sencillo.
Plantéatelo como una venganza por los malos ratos que te hacen pasar ahí dentro.
Tú corretea por el césped y déjate llevar.
Que si un penalti, que si un fuera de juego o, ¡qué gran idea!, un gol fantasma. Con eso siempre quedarán dudas y podremos defenderte después de mil maneras.
¿Ves cómo no es tan difícil?
Te dejo el maletín junto a la puerta.
Espero que lo inviertas con cabeza.
Aunque seas un simple balón de fútbol.
Obviamente este es un relato con "segundas"... y "primeras"
5 Respuestas:
Ummmm. Muy interesante.
Combate en el Coliseo
La expectación es máxima.
Se oyen cánticos de apoyo a los contendientes.
El coliseo es un clamor y la hierba –ya no arena- recibe miles de miradas desde el graderío.
El césar vestido de negro, en su papel de árbitro gira la cabeza a un lado; seguidamente lo hace al lado contrario y tras confirmar que todo está en orden, llena sus pulmones de aire y sopla el silbato de su boca mientras piensa “alea jacta est” (la suerte está echada).
Tras dos horas de lucha, unos llorarán de tristeza por la derrota y otros lo harán por la victoria.
Pero en este duelo nadie se acordará de quién más sufre, de quién más patadas recibe y que es parte imprescindible...
Qué torpe eres, Albertín.
Gracias por la invitación, y le felicito por este interesante blog. Estoy a punto de empezar las vacaciones, después será un placer para mí dedicar más tiempo a la lectura de sus textos. Saludos cordiales.
¿Albertín?
¿Osborne?
¿Torpe?
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