"Mi corazón como yunque para el alma,
llenando el suelo de piedras,
sin motivos para buscar el alba,
sin razones para tener ganas.
Las manos rotas de tanto poner cemento
para sostener un cielo que no brilla,
cansado de fabricar una cúpula vacía,
donde no puedo colgar las estrellas.
Taladro en los oídos que no cesa,
como sed infinita en lengua desierta.
No tengo ganas de seguir construyendo
si ya no encuentro las piedras.
Drenando una luz que no brilla
sobre cimientos de miedo,
dando sostén a un obrero
que hace tiempo quedó sin obra.
Termino en un grito la jornada,
dejó a un lado el uniforme.
Hago camino a las sombras
y enciendo mi vida.
No soy herramienta cuando empiezo a ser hombre."
6 Respuestas:
Q-U-É
B-E-L-L-E-Z-A-
La frase final es lapidaria.
Fin del comentario.
Un abrazo con admiración.
Muy hermoso Citopesis. Hay jornadas realmente traumáticas para el alma; la heridas, las cicatrices... ¿dónde quedan?
Gracias, por transmitírnoslo así.
Montse.
Efectivamente SIL, la frase final, no soy herramienta cuando empiezo a ser hombre, es tremenda.
Un saludo indio
pROFUNDO Y ADMIRABLE.
(Ahora soy hombre... estoy de vacaciones...)
Bueno, es normal que uno se canse de hacer reformas en el corazón, pero lo bonito que queda qué eh?
Besicos
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