Entonces es martes, seguro, por lógica - dice el padre -. Analicemos la situación. Tanto tu hermana como tú me estáis esperando en la puerta. Los dos bien vestidos y con cara seria, como corresponde. No veo a tu madre así que ya estará allí, ayudándola en sus quehaceres, y eso que guardáis en la bolsa es ropa limpia para ella. No me intentéis confundir, no cabe duda de que vamos a cenar, como todos los martes, a casa de la abuela.
No papá - responde el hijo -. Esto es para ti, estás enfermo, te llevamos a una residencia.
No papá - responde el hijo -. Esto es para ti, estás enfermo, te llevamos a una residencia.
4 Respuestas:
JO, el pobrecico... casi mejor dejarlo con esa mentira, ¿no?
Besicos
No se lo esperaba...no, no.
Saludos de la chica sorpresa.
Final asombroso! y con mucho humor (negro, obvio) Saludos
Escalofriante retrato de la ingratitud,excelente final sorpresa.
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