Dame la mano,
sin que se den cuenta,
que yo te agarro muy fuerte.
Para que no te pierdas.
Después te entregaré mis palabras
y las convertiré en tuyas.
Dejaré el papel preñado de signos
que sólo tú veas porque eres destino.
Me convertiré en nube
que habita en el cielo,
para ser la voz que habla
y hace mudar al miedo.
Seré la poesía
que sella tus poros.
Seré tus novelas.
Tus cuadros.
Intentaré serlo todo.
Inventaré un perfume
que no huela a nada,
que sea nariz
olfateando antiguas pisadas.
Gastaré mi dinero
en la tinta que escribe tus sueños.
Seré la razón,
seré también el tintero.
Pero dame la mano,
y que no se den cuenta.
Que yo te mostraré la página en blanco
dejando todas las puertas abiertas.
sin que se den cuenta,
que yo te agarro muy fuerte.
Para que no te pierdas.
Después te entregaré mis palabras
y las convertiré en tuyas.
Dejaré el papel preñado de signos
que sólo tú veas porque eres destino.
Me convertiré en nube
que habita en el cielo,
para ser la voz que habla
y hace mudar al miedo.
Seré la poesía
que sella tus poros.
Seré tus novelas.
Tus cuadros.
Intentaré serlo todo.
Inventaré un perfume
que no huela a nada,
que sea nariz
olfateando antiguas pisadas.
Gastaré mi dinero
en la tinta que escribe tus sueños.
Seré la razón,
seré también el tintero.
Pero dame la mano,
y que no se den cuenta.
Que yo te mostraré la página en blanco
dejando todas las puertas abiertas.
(Me da vergüenza haberlo intentado)
1 Respuestas:
Hermoso, Alberto, un lindo homenaje a la altura del maestro Benedetti.
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