Frankenstein no perdonó nunca al creador que fuera tan gran científico y tan malísimo zurzidor.
miércoles, diciembre 30, 2009
lunes, diciembre 28, 2009
Diferente
sábado, diciembre 26, 2009
jueves, diciembre 24, 2009
Anavidad

sin ganas de luz,
sin vida,
repleto de frío.
Paredes de arcilla
y heridas de paja,
habitat de muñecos de cera
con una vida que no merece la pena.
Regalos como venganza;
oro para pagar la deuda,
incienso para quemar la ira,
mirra para que este inútil escriba.
Belen, espacio siniestro,
perdido en lugar lejano,
bajo mapa con trazo de estrella
que esconde travieso su mano.
Memoria de escrituras antiguas,
de palabras que nadie recuerda
y, en cambio, continua la ofrenda
deseando tristes felices fiestas."
martes, diciembre 22, 2009
domingo, diciembre 20, 2009
viernes, diciembre 18, 2009
miércoles, diciembre 16, 2009
lunes, diciembre 14, 2009
El Incidente

A nadie, ni a los más viejos del lugar, se le ha ocurrido plantear desde entonces el posible regreso de los desfiles de “Gigantes y Cabezudos”.
sábado, diciembre 12, 2009
Soy libre
Al entrar en casa ha sonreído a mi suegra antes de encerrarse en la habitación y al preguntarle qué quería de cena tan sólo ha tenido que usar la memoria para responder lo esperado.
Soy libre.
Dios bendiga al bostezo que ha permitido a esta alma cansada poder escapar.
jueves, diciembre 10, 2009
martes, diciembre 08, 2009
Todas las noches
Le produce un morbo insano aguardar muy quieto, casi invisible, junto a la última señal bajo su jurisdicción, esperando paciente a que algún listo incumpla la norma.
Cuando esto ocurre le encanta aparecerse de golpe repitiendo la palabra multa una y otra vez.
Lo malo, claramente, son los accidentes que provoca.
Si los conductores ya temen a la guardia civil en las curvas imaginen lo que ocurre cuando es un diligente espectro el que se encarga de hacer el trabajo.
domingo, diciembre 06, 2009
El objetivo
Hacia todo lo que le recomendó para quemar calorías y aún así estaba fracasando.
De pie, en la cocina, observaba inmóvil la nevera.
La golpeó con rabia sintiendo al instante un pinchazo en el pie derecho.
Al mirar al suelo descubrió que un cuchillo, cayendo de encima del frigorífico, le había seccionado el dedo más pequeño del pie.
Examinó el apéndice sangrante y comenzó a sonreír.
Cogió el cuchillo apoyando la punta sobre uno de sus michelines.
Su objetivo eran 22 kilos.
¿Cuánto pesaría toda esa carne?
viernes, diciembre 04, 2009
miércoles, diciembre 02, 2009
Oportunidad laboral
Nunca debieron trabajar de forenses en Transilvania.
lunes, noviembre 30, 2009
Peter Parker

Después de tanto salto y tanta aventura para hacer el bien, para justificar que ese poder era toda una responsabilidad; tanto ser un héroe para mortificarse con los sacrificios que había de realizar… pues resultó que nos convertimos a sus ojos en simples perros insulsos en blanco y carne.
- Soy superior, estoy por encima - repetía torciendo el cuello y colgado sobre nuestras cabezas.
No me extraña que tía May, hasta las narices, decidiera fumigarle mientras dormía.
Descanso para la humanidad, esta claro que es mucho mejor echar de menos que de más a la puñetera araña…
sábado, noviembre 28, 2009
jueves, noviembre 26, 2009
martes, noviembre 24, 2009
domingo, noviembre 22, 2009
Tiki-taka
viernes, noviembre 20, 2009
miércoles, noviembre 18, 2009
lunes, noviembre 16, 2009
sábado, noviembre 14, 2009
jueves, noviembre 12, 2009
martes, noviembre 10, 2009
domingo, noviembre 08, 2009
Mala suerte
El rastro serpentea hasta alcanzar el cobertizo. Está contrariado porque ha descubierto un error infantil en su plan perfecto.
-Al menos usé la carretilla – suelta golpeando su aliento contra el cristal.
Busca en el armario la pala que utiliza para limpiar en días como este y sale al jardín donde, antes de la primera palada, escucha a su espalda el motor de un coche. Regresa al salón y ve a su mujer sacando del maletero las bolsas de la compra.
- ¡Trae la carretilla! – le grita.
El hombre permanece inmóvil.
- ¡Deprisa! – exclama ella - ¡está empezando a nevar!
Abre la puerta y camina hacia el vehículo golpeando la pala en el asfalto con cada paso.
- La sangre sobre la nieve es más roja – murmura al llegar a su lado – y es mala suerte que esté empezando a nevar otra vez…
viernes, noviembre 06, 2009
miércoles, noviembre 04, 2009
Antihistamínica
Pero pasaron delante de ella sin tan siquiera mirarla.
En un arrebato decidió que ya estaba bien. Cogió la mercancía y llamó a la puerta de la primera casa que encontró en el camino. Al oír que se abría el cerrojo escondió el cartón con las letras.
- ¿Cuál es tu nombre querida? – soltó la bruja.
- Blancanieves – contestó la futura clienta.
lunes, noviembre 02, 2009
Arte
En pocos días aparecieron las primeras imitaciones y la calle se transformó en un escaparate multicolor. Cada producto con una combinación inverosímil de tres palabras que terminó por atraer a una multitud de estudiosos del arte y la cultura. Hasta el alcalde quiso disfrutar de aquella muestra de belleza.
Todos recordamos aún su foto junto a una de ellas mientras señalaba sonriente el cartel que decía: “Puta, barata, profeta”.
sábado, octubre 31, 2009
jueves, octubre 29, 2009
martes, octubre 27, 2009
Horizonte finito
El sol, sin nubes, iluminaba cada pequeño rincón con el nervio de un pintor que no quiere dejar nada en blanco, con la abrumadura obligación de realizar un trabajo perfecto.
El mundo detuvo su giro y los relojes, boca abajo, apagaron el paso del tiempo. Todo en suspenso y ellos sentados ante la inmensidad de un horizonte que encogía ante ellos para hacerse cada vez más y más pequeño.
Horizonte finito.
La humanidad quieta, expectante, todo silencio mientras nutría su mente colmena de recuerdos, sonrisas y momentos inolvidables.
Entonces el estallido dejó sin tímpanos sus oídos.
Fuego.
La tierra desvanecida bajo un aliento cósmico que dejó tras él un plano vacío.
Nada lista para volver a empezar.
Comienzo tras ese final de un nuevo y perpetuo principio.

domingo, octubre 25, 2009
No pasa nada
No lo entienden a pesar de que ella les mira intentando decir algo.
-No pasa nada cariño, tranquila – digo.
El pequeño monitor en el suelo emite un pitido intermitente y acelerado.
Me apartan con un empujón mientras tapan su boca con una mascarilla haciendo que pierda de vista sus labios.
-¡Estoy aquí! ¡A tu lado! – chillo.
Después salgo del salón y les escucho gritar.
El pitido de fondo ahora es continuo.
Entro en la cocina y vacío los vasos de la comida en el fregadero.
Nadie sabrá cuanto la quise ni lo que he hecho porque la quiero.
viernes, octubre 23, 2009
miércoles, octubre 21, 2009
Sobre el tablero de tierra
lunes, octubre 19, 2009
sábado, octubre 17, 2009
jueves, octubre 15, 2009
Penúltimo
Ante la fuerza con la que apretaba el lazo solté un bufido para avisarla.
No resultó; continuó como si no me hubiera oído.
Percibí un hormigueo en la nuca y agarré sus hombros en un intento de separarla de mi pecho.
Sonrió.
Siguió apretando.
Decidí, ya con la visión borrosa, forzar sus codos para lograr que sus brazos se doblaran.
Imposible.
Apretó aún más.
Cuando quedé sin aire, desfallecido, sentí un calambre sobre la nuez y caí al suelo.
- O aprendes – sonrió - o este es el penúltimo.
martes, octubre 13, 2009
domingo, octubre 11, 2009
Epónimo
viernes, octubre 09, 2009
El Rostro
Las manos manchadas con la sangre seca de un hombre del que sólo recuerdo su mirada.
Con sus ojos grabados a fuego al ser yo lo último que iban a ver.
Golpeándome con el miedo del que encuentra el final.
Su destino.
Sentado ahora en una silla de madera mientras busco quién soy a pesar de lo que he hecho.
Llorando.
Lavando con lágrimas la costra rojiza que tengo adherida a mi piel.
Con el pedazo de tela que me hizo anónimo ahí delante.
Negra prenda tirada en el suelo.
Excusa, última excusa, que me mantiene cuerdo.
Como todos los días me desperté al alba.
La puerta de la carpintería debe abrirse muy pronto. Ante ella pasan los carros llenos de comida dirigiéndose al mercado y es extraña la jornada en la que cualquier piedra traicionera no nos ofrece un cliente al que arreglar una rueda.
Una vez aseguré los goznes y puse en la entrada un par de sillas a modo de exposición padre me envió al herrero. Debía comprar clavos pues la última remesa estaba ya prácticamente agotada. La herrería está apenas a unos metros y no tarde apenas diez minutos en hacer el recado.
Al regresar los encontré de pie, esperándome, en el interior del taller.
Al principio ví dos sombras altas, inmóviles, que parecían observarme en silencio. Al acercarme los dos borrones oscuros se convirtieron en un par de hombres vestidos de negro. En su rostro una barba poblada les permitía esconder viejas cicatrices conformando una máscara perfecta para el trabajo que desempeñan.
Padre, encogido a un lado, movía inquieto los pies levantando así pequeñas virutas que oscilaban nerviosas antes de regresar al suelo.
- Feliz cumpleaños - gruñó el hombre de mi derecha.
Asentí para darle las gracias y dejé sobre una pequeña mesa el paquete de clavos que había ido a buscar.
- Hemos venido para hacerte un regalo - añadió su acompañante -. Necesitamos que se cumpla un castigo y dadas las circunstancias has sido tú el elegido – terminó sonriente.
Di un paso atrás.
Aquellos hombres habían venido a continuar su tradición el día de mi mayoría de edad.
“El hombre más joven de la comunidad será el verdugo de aquel que, por acción u omisión, merezca el mayor de los castigos”.
- Esta tarde, cuando la campana toque tres veces vendremos a buscarte – dijeron dando un paso al frente -. Te hemos dejado ahí, sobre la mesa, la ropa que debes utilizar - el más alto de ellos apoyó su mano sobre mi hombro.
Después se marcharon dejando el taller ocupado por un silencio viscoso.
- Mala suerte - susurró padre tras cerrar la puerta.
Mala suerte porque en contadas ocasiones era necesario alguien que hiciera cumplir un castigo.
Un verdugo.
¿Mala suerte?
Me senté en una silla aún por terminar y quedé inmóvil.
Observé, durante horas, mis dedos, mis manos vacías, buscando en ellas la excusa que me permitiera escapar de aquello que exigían de mí.
No dije nada, intenté desaparecer, convertir el tiempo en un instante infinito.
Intenté no oír, quedarme sordo, para no sentir la campana dando paso a las horas.
Pero la oí.
Sonó tres veces y con ello el oscuro traje se mostró ante mis ojos como un conjuro. Mi padre lo depositó sobre mis rodillas.
- No dejes que te vean la cara, que sepan quién eres, por favor, no olvides ocultar tu rostro - musito antes de dejarme solo.
Contemplé la ropa y comencé a vestirme.
Teñí mi cuerpo de negro y escuché al terminar tres golpes secos en la puerta.
Me acerqué a ella tras coger el pedazo de tela que aún descansaba sobre la mesa. Llené mis pulmones de aire y me puse la máscara intentando desvanecerme para no ser yo debajo de la tela.
Los dos hombres me guiaron, con pasos lentos, hasta el patio situado en una lateral del castillo.
Mantuve la mirada pegada al suelo.
Intenté no escuchar los gritos e insultos que la gente lanzaba al hombre vestido de negro en el que me había convertido. Recordé la última vez que ví a un verdugo caminar por las calles del pueblo.
Recordé lo que le dije.
Sentí nauseas.
Al llegar al patio, rodeados por una multitud, subimos a un estrado en el cual reconocí los clavos del herrero y el trabajo artesano de mi padre. Sobre él, en el centro, un tocón de madera. A los lados un cesto de mimbre y un hombre de mediana edad vestido con harapos.
A mis pies un hacha.
El condenado comenzó a gritar palabras incomprensibles cuando los hombres que me acompañaban se separaron de mí y le cogieron de los brazos.
Chilló como un animal mientras le obligaron a poner su cabeza sobre el tronco.
Comenzó a gritar, babeando, cuando pusieron el hacha en mis manos.
Al cogerla sentí su peso como una losa sobre los hombros y ví sus ojos, con el cuello girado de forma grotesca, pidiendo clemencia.
Oí la voz de la muchedumbre que me insultaba a mí y al tiempo pedía cumplir con la condena. Miré al frente y no ví nada. Sentí que aquella máscara era invisible, que no existía, y mi garganta comenzó a gritar palabras que no eran mías.
Levanté el hacha.
Lloré y le devolví la mirada al condenado recibiendo como castigo su recuerdo.
Dudé.
Después dejé caer el arma.
No recuerdo cómo regresé al taller ni cuánto tiempo llevo aquí sentado.
Observó ahora mis manos y no soy capaz de ver sangre.
No soy capaz de ver porque no sé lo que veo.
Es de noche.
Estoy desnudo.
Con la negra ropa tirada en el suelo, ahí delante. Sintiendo que estoy a tanta distancia de mí que parece que incluso el miedo me queda lejos.
Levanto los ojos y descubro a padre. Me mira, dudando, pues teme acercarse.
- Mañana no hace falta que te despiertes al alba - dice en voz baja.
Lloro y me entierro entre las manos.
Oculto mi rostro.
Feliz cumpleaños.
miércoles, octubre 07, 2009
Fuera de Contexto

es la canción sin música
sobre escenario sin público.
Si mis ideas
las razones para luchar
del que ha perdido la batalla.
Si mis pasos
son el miedo
del que cojea de ganas.
Si soy yo
una sombra
entre luces que se apagan.
Quizá...
Quizá sea mejor
quitarme la máscara
y hacer cicatriz mi sonrisa.
Quizá sea la hora
para ser lo que quieren
y no ser lo que estorba.
Quizá sea más útil
repetir lo demás
para parecer que no sobras.
Quizá deba ser lo mismo
entre tanta gente fotocopia.
Pero...
Prefiero ser la flor
que nace entre plástico muerto.
Prefiero respirar
y ahogarme de independencia.
Prefiero brillar siendo yo
y convertir mi alrededor en un todo sin luz.
Prefiero primera persona
que ser todos estando a solas".
lunes, octubre 05, 2009
Imprescindible
No reconocí al hombre que tenía frente al espejo y en cambio éste se clavó en mis pupilas. Me mostró los dientes dejando escapar entre ellos un líquido blanco que cruzaba su barbilla dejando un rastro de pequeñas burbujas.
Intenté desviar la mirada pero alzó la mano y me mantuvo quieto mientras él zarandeaba mi rostro con un movimiento intermitente de su brazo derecho.
Sentí un hormigueo en la espalda, frío sobre la lengua, y le ví caer pegado al sonido de algo que parecía rasgarse bajo mis manos.
Le sustituí sobre el cristal con el rostro empapado.
Despierto.
Temiendo el día en el que olvide lavarme los dientes.
sábado, octubre 03, 2009
jueves, octubre 01, 2009
Blanco y rojo
Resultaban una pareja peculiar, de estos bromistas que no podían estarse quietos ni un momento buscando la sonrisa cómplice, la carcajada estruendosa o el cuchicheo ácido.
Sin parar.
Cuando nos dijeron que se casaban no les creímos, obviamente. De hecho el mismo día de la boda los invitados nos mirábamos unos a otros pesando que aquello era otra de las suyas.
Pero llegaron.
Sonó la marcha nupcial y dio comienzo la ceremonia.
En el momento en el que el cura le preguntó a ella si quería a su pareja como esposo dijo sí sin dudar. Cuando se lo preguntó a él la novia sacó una pistola y apuntándole a la frente dijo:
- A ver que contestas.
Él dio un paso atrás asustado y ella apretó el gatillo.
La gente comenzó a gritar.
El novio quedó empapado mientras ella disfrutaba de su broma.
El banquete se celebró en un bello jardín junto a un lago artificial. El menú fue delicioso y el servicio trató a cada invitado como un elemento imprescindible de la celebración.
Finalizó con la típica tarta de boda en la que dos muñequitos coronan su punto más alto. El novio dejó que su mujer hiciera los honores y le dio una pequeña espada conmemorativa para que partiera la tarta.
Al ver cómo iniciaba el movimiento él se tiró al suelo.
Tras la explosión todo quedó manchado de blanco y rojo.
Blanca nata de pastel.
Rojo sangre de la novia.
martes, septiembre 29, 2009
domingo, septiembre 27, 2009
viernes, septiembre 25, 2009
miércoles, septiembre 23, 2009
lunes, septiembre 21, 2009
sábado, septiembre 19, 2009
La forma de vida exploradora
La forma de vida exploradora zarandea sus antenas.
El resto del grupo recibe el mensaje y se desplaza, como líquido, sobre la loseta gris rociada de polvo amarillo.
Se detienen formando una línea y dejan que el sol caliente su cuerpo al tiempo que inspeccionan alrededor muertas de miedo.
Ninguna de ellas excepto la forma de vida exploradora mira hacia arriba.
Y desde arriba se derrama una sombra sobre el grupo.
La forma de vida exploradora camina unos pasos al frente buscando una visión adecuada del extraño fenómeno y observa perpleja como sus compañeras son aplastadas bajo un peculiar objeto que termina también por triturar a la sombra.
La forma de vida zarandea triste sus antenas.
Con la multa le dejarán sin puntos en su carné de exploradora.
jueves, septiembre 17, 2009
martes, septiembre 15, 2009
domingo, septiembre 13, 2009
Modernísimo
El fuego lamía la piel del enfermo despidiendo un penetrante olor a pollo quemado que invadió la habitación de paredes blancas.
En pocos segundos revolotearon ante sus ojos las primeras partículas de ceniza. Cuando éstas conformaron una pequeña nube oscilante el científico tomó la jeringuilla e inició su trabajo.
Una a una las encerró en el interior del cilindro de plástico y no se detuvo hasta que el fuego había consumido por completo el cuerpo bajo las llamas.
Al finalizar pulsó un timbre y dos hombres se llevaron los restos calcinados.
El científico se quitó la mascarilla y suspiró al observar su captura. Después abrió un maletín metálico y guardó la jeringuilla en su interior.
Abandonó la sala al tiempo que otro enfermo inconsciente era situado en el centro de la misma.
No quiso mirar.
Y bajó la cabeza al cruzarse con el siguiente científico en utilizar aquel modernísimo laboratorio de investigación.
Este relato participó en el concurso "Minificciones" de Agosto 09
ASAMBLEA DE PALABRAS