Caminaba yo por la calle, aire indeciso y paso estiloso. Fui a encontrarme con tres vagabundos, de ropa usada, barba a tijera y botellas de vino colgando en bolsillos a medio caer. Los tres revoloteaban alrededor de un montón de basura, eran moscas a dos patas. Los tres hablaban cosas extrañas que llamaron mi atención.
- Este nos sirve G -dijo el más alto cogiendo un peluche jubilado.
- Yo creo que no B, que para M esto no es suficiente - le contestó el rubio haciendo fricción con índice y pulgar.
Me detuve, frenazo en seco, al tiempo que el más viejo se sonreía dando una patada a una caja de cartón.
- Tenemos todo un año para seguir buscando, no hay prisa -soltó el supuesto M olisqueando el contenido que había saltado del interior.
De golpe los tres quedaron callados y se giraron para observarme. Encogí los hombros y apliqué sonrisa. El negro me hizo un guiño y soltó un eructo que adornó de alcohol hasta mis pestañas. Interpreté aquello como una adiós sincero y seguí camino. Escuche detrás un murmullo que se rompió en carcajadas.
- ¡A ver cómo te portas que te estaremos vigilando! - gritaron.
Al llegar a casa, soy un cobarde, me cambié de pantalón.
2 Respuestas:
Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
Gracias David.
Yo, siendo sincero, he "flipado" con tu página...
Un saludo.
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