En el cole siempre nos estamos riendo. Es un no parar. Sí. Me levantó todos los días corriendo, mi madre no se lo cree. A tomar por el culo las clases claro, no valen para nada. Lo que mola es el recreo, cuando no te mira el profe. Las carreras por el pasillo y todo eso. Además, desde la obra, nos han hecho esto un parque de atracciones. Todo lleno de cuestas y de ascensores. El alcalde se hinchó de fotos el tío. Ahora llevamos varios días pensando cómo llegar al despacho del dire sin que nos pillen. Le vamos a dejar una mierda en la mesa. A lo mejor me pongo a gritar o me hago el epiléptico para despistarles y hacer un hueco. Siempre nos creen porque les damos pena. Y la pena es una arma cuando tienes el culo pegado a una silla de ruedas.
Aclaración debido a la posible mal interpretación del texto: la pena no debe ser el motivo para ayudarles/creerles. Son algo más que fotografías de campaña para un político. Tenemos la OBLIGACIÓN de hacer/lograr/conseguir para ellos porque ellos somos nosotros en otro cuerpo y otras circunstancias.
Pido disculpas a quién se sienta ofendido.
Un saludo, Alberto.
2 Respuestas:
Que falta de sensibilidad por Dios. Y que poco respeto por las personas enfermas minusvalidas o epilépticos. Una persona como tú no merece tener un blog. Ese rencor que tienes es muy peligroso. Sino sabes que escribir, por favor deja de escribir estupideces.
Estimad@ Anónimo le pido disculpas si le he ofendido.
Creo que no he desarrollado bien el micro y creo que de ahí el malentendido.
No me gusta explicar lo que escribo porque prefiero que el lector participe en la interpretación de lo escrito.
La intención de este texto no es ni mucho menos faltar el respeto a nadie. De hecho es justo lo contrario; la pena suele ser el motivo por el que enfermos de toda índole reciben ayuda. Si se fija el relato se escribe en primera persona, en ese "yo" se encuentra el dolor por ser consciente de que ahora ser menos no vale nada si no desprende lágrimas.
Me duele leer comentarios como el suyo pero al tiempo me consolidan en la idea de que esta gente no deben ser "la pena que nos mueve".
Estimado amig@ le doy las gracias por su sinceridad. No es el rencor lo que me mueve a escribir este tipo de relato (si bucea en mi página, si establece un criterio más allá de un solo texto) comprobará que mi motivación se encuentra al otro lado del espectro.
Un cordial saludo, Alberto.
Publicar un comentario