Primero retiraron su camiseta. "¡Sí, sí!" vociferaba la masa enaltecida. Después mostraron sus pantalones y medias preparadas ya para la exposición. "¡Bravo!, ¡Bravo!" soltó el speaker fuera de si. Finalmente, tras alzar a la tribuna la equipación, le llevaron en volandas al centro del campo. Allí sus compañeros le dieron la copa de homenaje. Cuando apuró la bebida le dejaron sobre el césped. El estadio a oscuras y silencio en las butacas. Tras unos segundos el entrenador dio la orden para que bajaran el gancho hasta su espalda. La estrella se llevó al cielo bajo los gritos enloquecidos de la grada.
"El tipo que escucha" en "Radio Taraská" (RNE3)
Hace 15 años
2 Respuestas:
El poder de las masas pueden dar luz y protagonismo a una estrella con la misma facilidad que pueden apagarla y olvidarla.
Saluditos desde Tenerife.
http://gofioconmiel.blogspot.com.es/
Saludos Gloria.
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