El serenatero gustaba de enseñar equilibrios a las cabras. Dedicaba horas a ponerles sobre dos patas para enseñarlas a andar. Instruyéndolas para sostener sobre su morro naranjas y limones. Hasta decía tener una que era capaz de mantener una almendra para luego lanzarla al aire y engullirla sin dejarla caer.
Recuerdo todavía cuando vino corriendo un día a decirnos que una de ellas, la más vieja, se había puesto a escribir sus memorias en verso.
- ¡Para que luego digan que ya no quedan artistas en los manicomios! – nos dijo exultante.
Y razón, al hombre, no le faltaba.
2 Respuestas:
He descubierto una música preciosa hace un momento cuando me he asomado a tu blog. Podrías decirme como se llama? Muchas gracias.
Cabras que escriben memorias en verso?... las cabras les gusta mas la prosa,,, y el ajedrez
Besitos tropicales
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