Como los ángeles al caer el sol el niño decidió convertirse en vampiro. Se pintó los ojos de negro y buscó en el cajón de su abuela la dentadura postiza, la de los colmillos enormes. Cogió una gabardina negra del armario, la capa perfecta, y una camisa blanca en la que pintó con pintalabios rojo pasión un par de gotas de sangre. Se presentó en el salón y abrió la boca gruñendo, esperando asustarles mientras veían la televisión. Después salió corriendo, agitó los brazos y se sintió murciélago justo antes de saltar por la ventana.
"El tipo que escucha" en "Radio Taraská" (RNE3)
Hace 15 años
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