- Este gordo ocupa mucho lugar, sin duda. Tan sólo tienes que mirarle para concluir que es un extraño entre el resto. Es pequeño, poco flexible. Nada estético y apenas proporciona apoyo a los demás. Parece que está cayéndose, que no quiere estar en su sitio, es como un apéndice arrepentido. Tú tranquilo que cuando lo inutilice no te darás cuenta. No lo echarás en falta ni tú, ni tus hijos, ni los hijos de tu hijos.
El simio, convencido, se dejó hacer.
Pasó mucho tiempo hasta hoy.
Nunca se ha arrepentido.
1 Respuestas:
Cuestión de evolución...
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