El Bolígrafo, el Plumín y el Rotulador eran unos fiesteros. Quemaban las hojas en blanco a base de letras que empezaban rectas y terminaban cursivas sobre una coma. Entre paréntesis e interrogaciones, cortaban la pana sin necesidad de renglones. Los tres fueron reyes del vocabulario hasta que se cruzaron con el Lápiz en un club de asteriscos. Ahí descubrieron que si bien ellos tenían la mejor tinta sólo él resultaba capaz de aguantar hasta el final sin correrse.
"El tipo que escucha" en "Radio Taraská" (RNE3)
Hace 15 años
1 Respuestas:
He leído Conmigo en el blog de Clarulina y he venido a visitarte porque me ha gustado mucho ese fantasma cómplice.
Me he reído con tu micro y te escribo para decirles al rotulador y a sus amigos que no desesperen, que las minas de los lapiceros, a veces se rompen antes de tiempo, y hay que empezar de nuevo sacando punta...
Saludos
Publicar un comentario