Al otro lado de la mesa el poeta número 3 se gira para no oír lo que dicen.
Si ustedes ponen atención, a una distancia prudencial eso sí, descubrirán que no se oye nada.
El poeta número 4, al descubrir que ustedes descubren, abre mucho los ojos y salta contento. Después saca una pizarra y escribe con letras grandes para que se entiendan.
"Estamos haciendo arte".
Hace un borrón y sigue.
"Creamos silencio".
Antes de que ustedes se vayan termina.
"Pero sin cobrarlo".
El poeta número 1, el poeta número 2 y el poeta número 3 se ponen de pie. Recogen sus cosas, los folios y lápices.
El poeta número 4 retira la pizarra y marcha tras ellos.
Ustedes se quedan solos.
Y escuchan el ruido.
Ese que nunca habían notado.
1 Respuestas:
El sonido del silencio, maravilloso, acompasado y candencioso y de fondo suena el rasgar de una tiza en una pizarra. Otra vez.
Saltos y brincos
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