Todo el mundo sabía que era una mujer bala. Andaba siempre acelerada, impulsada por una fuerza invisible que convertía sus pasos en ruido de metralleta. Atravesando la vida como un suspiro entre pelusas: todo revuelto alrededor. El día que se enamoró pareció estamparse contra un pecho de kevlar. Beso, boda, casa y familia se hicieron munición en su boca. El reloj biológico la activó como a una bomba y esperaba cada noche el estallido de ser fecundada. Tuvo mala suerte y terminó por convertirse en casquillo vacío. El médico les confirmó que su marido era, sin lugar a dudas, completamente de fogueo.
"El tipo que escucha" en "Radio Taraská" (RNE3)
Hace 15 años
2 Respuestas:
Si es que muchas veces elegimos como pareja a algo o alguien contrario a nosotros :)
Besicos
pues que se someta a tecnicas de fertilizacion... y tendran balines probeta :)
un saludo
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