- Una semilla en esta tierra desolada – dice antes de escupir.
El sargento es un poeta. Capaz de matar sin mancharse las manos y comer después sin arcadas.
Él es metáfora de la guerra y procura excusas a nuestro miedo a base de frases estúpidas.
Nos mantiene apretando el gatillo, disparando contra sombras en la distancia, quizá matando golpes de viento o bolsas de plástico que giran en el aire entretenidas por servir como diana.
Dejamos el suelo lleno de casquillos de bala y seguimos andando.
Sembramos semillas de acero para una vida mejor.
Plantamos al menos la muerte, dice él, donde nadie quiere plantar nada.
1 Respuestas:
Uy, al menos la muerte es acción...¿no?
Besicos
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