El pintor desnudo se mueve con velocidad. Tiene los dedos pintados cada uno de un color distinto y, de forma aleatoria, traza con ellos pequeñas líneas sobre el enorme lienzo que tiene delante. De vez en cuando salta para dar un golpe con el pene, pintado de rojo, y dejar a veces un punto pequeño a veces un punto grande. No nos ve, o puede que nos vea pero nos ignore. Es un baile extraño dentro de una pecera gigante. Los tres miramos al hombre, sus carnes flácidas, su barriga llena de pelos. Si le ponemos ropa es cualquier padre de familia pasado de peso. No sabemos qué decir y, al otro lado del cristal, el tipo nos hipnotiza con sus saltitos terminados en rojo. No cambiamos nada y le dejamos terminar, hoy no deben interrumpirle. Que exteriorice. Con suerte hasta podremos vender sus cuadros. Diremos que este los crea en pelotas cuando hasta Picasso necesitaba calzoncillos.
"El tipo que escucha" en "Radio Taraská" (RNE3)
Hace 15 años
2 Respuestas:
La verdad es que cuando se crea, no hay normas...
Besicos
Genera un hormigueo extraño imaginar cómo escribe más de uno...
Un saludo Belén.
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