"No debes dudar, ¿para qué sirve esta mano?, el de atrás no sabe los movimientos que hago con mis ojos, es importante no pensar lo que podría pasar si una de esas piedras se cruza en mi camino... a tomar por el culo los días de entrenamiento y los meses de cabeza sudada en dias de sol. Ya me dijo mi madre que si tenía que hacer esto lo mejor es que como mucho me callera de la cama, y ha pasado tiempo ya de aquel día en el que me puse el trajecito de marras por primera vez, empieza uno despacio pero poco a poco acelera hasta llegar a un punto en el que tú no pones el límite, el límite lo pone el cacharro de dos ruedas, vértigo me da pensar en el motor que llevo entre las piernas, ya me gustaría a mi tener uno semejante y de naturaleza propia.
Curva a izquierdas, reduzco despacio, veo pasar la señal de 50 y vuelco la moto, con cuidado apoyando al mínimo la rodilla que el traje no es gratis y las rodilleras son caras... la cara del jefe cuando ve que las rompo me recuerda a un dolor de tripa con ciertos retortijones.
Después viene la recta, 1000 metros sin soltar el acelerador. La gente me gritara cosas que de manera inevitable yo pensaré que terminan todas en "aaa"o "eee", ningún físico ha estudiado eso a fondo que yo sepa.
Ya veo la tribuna, allí estará mi novia, quizá con un poco de suerte la veo cuando pase..."
Inspirado en "Oliver y Benji", pensamiento y elipsis, que bella pareja...
1 Respuestas:
Te ha faltado decir "la moto es mi amiga". Y esa curva te daba para dos o tres entradas más, explicando cuando el piloto era niño y conducía su triciclo y soñaba con manejar una moto, etc.
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