Hizo un agujero en la tapa de la caja de zapatos. Un agujero único, costoso, hecho con ayuda de una tijera de punta roma y un bolígrafo azul. Aplicó un canuto de papel sobre el agujero y encendió uno de los puros de su abuelo sobre el extremo que quedaba libre. Pablo aguantó sin levantar hasta que el cigarro estaba consumido del todo. Cuando miró no quedaba ni un gusano de seda vivo, todos estirados, largos, sobre las hojas de mora. Su madre le preguntó qué había hecho cuando al entrar al salón se golpeó con el muro de olor a tabaco. Mario le dijo que ver la televisión. Su madre le dio un tortazo antes de cambiar de canal, quitar el documental sobre nazis, y poner la tertulia de sobremesa.
"El tipo que escucha" en "Radio Taraská" (RNE3)
Hace 15 años
1 Respuestas:
Claro que pasó algo... Me he quedado de piedra con ese final.
Muy fuerte y muy bueno, Citopensis.
Un saludo
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