Dolor de cuello, dolor de espalda. De un lado a otro la cabeza y de un lado a otro un cuerpo cansado de tanta pelota liftada. Mirando entre líneas, como los músicos, pero sin decir más que palabras en inglés o pedir silencio a las gradas. Su vida como una cárcel de ángulos rectos. Tierra batida, cemento y césped recién cortado. De un lado a otro, de cerca las raquetas y de muy cerca los contratos millonarios pasando por delante como carne fresca a perro hambriento. Ya era un tipo mayor y ya eran demasiados partidos. Un juego para ganar un set, un punto para ganar un juego y sin ganas para seguir perdiendo. Su mujer era una imagen por videoconferencia y sus hijos sólo borrón sobre la pantalla.
Desapareció y el circuito siguió como si nada. Los grandes jugadores siguieron gritando sobre sus zapatillas con cámara de aire y los torneos prosperaron como fechas de dinero fácil en el calendario.
Sobre la cama no encontraron más que un cuaderno lleno de cálculos, una bolsa de deporte negra y una vieja pelota de tenis. Digamos que abrió la puerta de casa mientras su mujer hacia café a un extraño. Sin duda perdió el partido después de una doble falta.
3 Respuestas:
Pobrecillo, se perdió el partido de su vida.....
Un saludo ,Aída. (Siempre te leo en el trabajo y nos gustan mucho tus relatos) ;D
Suscribo lo que dice Aída, un saludo Encarna
Muchas gracias a ambas.
Ahora que en esto del tenis somos numero 1... En fin.
Un saludo.
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